La lección que me dieron mis perros

Tengo 4 perros, dos de ellos son machos, Stitches, el más joven ya ha alcanzado la edad adulta y ha crecido mucho, es raza única (de la calle pues)  y ahora se siente el macho dominante, cuando subimos a verlos no deja que acariciemos al Poncho, (un cocker de 7 años) y lo sigue a donde se mueva, cosa que a Poncho no le parece y siempre terminan peleándose...

Busqué en internet y puse en práctica el consejo que leí... Que tratáramos a los perros por jerarquía. Ni modo, así yo quiera más a Poncho, el líder de ellos es Stitches (Poncho lo fue mientras el otro era pequeño) y tengo que acariciarlo primero a él.

Entonces subí, y solo acaricié a Stitches, mientras otra perra, Espuma McDuff, se acercó pero Stitches la empujaba, no le parecía. Tuve que sentarme, peinarlo (hacerlo wey pues) que se sintiera importante, luego llamé a Espuma y ya dejó que la acariciara, lo mismo con Saki la otra perra...

Quise llamar a Poncho (que es al que realmente iba a cepillar y limpiarle las orejas) y como que no le pareció al otro, pero no hizo gran drama, dejó que se acercara y él se fue a echar tranquilo a otro lado mientras yo limpiaba a Poncho. 

Días anteriores  tenía que amarrar a Stitches para poder cepillar al Poncho o de plano llevarlo a otro cuarto.

Al terminar, toda esta situación me recordó un principio Budista: aceptar las situaciones, cosas y personas como son nos evita muchos problemas y nos facilita la vida. Aceptar tu lugar, tu forma de ser, de verte y la de los demás en este justo momento te evita sufrimientos innecesarios. 

No se confunda con conformismo, tú puedes tener metas y querer llegar a más pero mientras lo logras  acepta lo que eres en este momento.

Y a las personas no quieras cambiarlas, así son, acéptalas con sus virtudes y "defectos" a veces los "defectos" son lo que las hace interesantes. Si no te parece tienes la elección de darte la vuelta y sacarlas de tu vida.